Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar.

Las transformaciones mundiales y su incidencia en la enseñanza de las Ciencias Sociales, de Renán Vega Cantor, es un libro en el que se examinan los rasgos dominantes del capitalismo contemporáneo, con la finalidad de señalar la permanencia de las características estructurales de larga duración de este modo de producción, con lo cual se quiere señalar que, pese a todos los anuncios sobre una "nueva era", la relación social capitalista sigue siendo dominante en nuestro tiempo, con el agravante que se ha hecho planetaria.

Dentro de los rasgos propios del capitalismo se destaca, como
el más evidente en términos fenoménicos,
la generalización de las mercancías.

Sin embargo, tras el brillo deslumbrante de los centros comerciales y las rutilantes mercancías que se exhiben en sus escaparates se ocultan las viejas y nuevas formas de explotación del trabajo, el capital financiero y los grandes grupos económicos -eufemísticamente denominados como multinacionales o transnacionales-. También se exploran con detalle los nexos entre tecnociencia y sociedad, partiendo de la premisa de que hoy más que nunca es necesaria una aproximación crítica a la ciencia y a la técnica, puesto que en el capitalismo éstas se han convertido, de forma simétrica, en fuerzas productivas y destructivas. Así mismo, se critica a fondo la concepción arrogante de sostener que las nuevas tecnologías, por sí mismas, solucionan todos los problemas de la sociedad y de la educación, porque nos conducirían inexorablemente por una senda de progreso y bienestar. Nadando contra el nuevo sentido común dominante, caracterizado por sostener que no hay límites naturales a la acumulación de capital ni al desarrollo técnico, se subraya el carácter “ecocida” del capitalismo, lo cual se corresponde plenamente con la explotación de millones de seres humanos. Con la intención de precisar ese carácter ecocida se examinan la acelerada destrucción de los ecosistemas, la contaminación, la deforestación y el cambio climático, fenómenos que no son ni mucho menos accidentales, sino que son resultado de la depredación que generan las relaciones sociales capitalistas.

Las cuestiones relacionadas con la universalización del capitalismo, la destrucción del planeta Tierra y el culto fetichista a la tecnociencia y a sus productos, son estudiados con referencia a los problemas educativos y a las ciencias sociales escolares. En esa dirección se examina el papel que en las reformas educativas de cuño neoliberal se le ha asignado a las ciencias sociales escolares, destacando cómo los "pedagogos" del capitalismo, empezando por el Banco Mundial, han pretendido "adecuar" los saberes sociales a los requerimientos del capitalismo realmente existente.